Charles Dickens es un famoso novelista inglés y uno de los más conocidos de la literatura universal, quien supo manejar con maestría el género narrativo, el humor, el sentimiento trágico de la vida, la ironía, con una aguda y álgida crítica social así como las descripciones de gentes y lugares, tanto reales como imaginarios.
Nació el 7 de febrero de 1812 en Portsmouth. Pasó su infancia en Londres y en Kent, lugares descriptos frecuentemente en sus obras. Abandonó su escuela y se vio obligado a trabajar desde muy chico, al ser encarcelado su padre por deudas. La mayor parte de su formación la hizo como autodidacta, y su novela "David Copperfield" (1850) es en parte autobiográfica y trasunta sus sentimientos al respecto. A partir de 1827 comenzó a prepararse para trabajar como reportero, en una publicación de un tío, The Mirror of Parliament, y para el periódico liberal The Morning Chronicle.
En 1833 publicó The Monthly Magazine, una serie de artículos descriptivos de la vida cotidiana, bajo el seudónimo de Boz. En 1836 publicó, siguiendo este estilo, "Los apuntes de Boz". A esta obra le siguió "Papeles póstumos del club Pickwick" (1836-1837), una obra en un estilo similar al de los cómics, que señaló una línea editorial.
Editó los semanarios Household News (1850-1859) y All the Year Round (1859-1870), escribió dos libros de viajes,Notas americanas (1842) e Imágenes de Italia (1846); Casa desolada (1852-1853), La pequeña Dorritt (1855-1857),Grandes esperanzas (1860-1861), Nuestro amigo común (1864-1865), Oliver Twist (1837-1839), La tienda de antigüedades (1840-1841), Barnaby Rudge (1841), Martin Chuzzlewit (1843-1844), Dombey e hijo (1846-1848),Tiempos difíciles (1854), Historia de dos ciudades (1859) y El misterio de Edwin Drood, que quedó inconclusa.
Su vida familiar fue azarosa, con varios fracasos matrimoniales y muchos hijos.
Murió el 9 de junio de 1870 y sus restos fueron sepultados en la abadía de Westminster.
Como homenaje he escogido un pequeño fragmento de una de sus obras GRANDES ESPERANZAS espero que os guste. La traducción es mía.
Grandes
Esperanzas fue uno de los últimos
trabajos de Charles Dickens, escrito en 1860-1861, y también uno de los
mejores. El tema central del libro es uno que preocupaba al autor hacia el fin
de su vida.
Es
una novela a la vez trágica y cómica, cuya intensidad moral y psicológica nunca
decae.
El extracto que he escogido es del
capítulo en el que el joven Pip, mientras está visitando las tumbas de sus
padres, en el viejo cementerio, es interrumpido por un presidiario fugado. Este
mismo convicto reaparece más tarde en la historia, pero bajo unas
circunstancias más felices.
El
nombre de la familia de mi padre es Pirrip y mi nombre de pila es Philip; mi
lengua de niño no podía construir nombres más largos o explícitos que Pip. Por
eso, yo me llamaba a mí mismo Pip y terminé siendo llamado Pip.
Yo dejo Pirrip, el nombre de mi
familia, a su tumba y a mi hermana –Sra. de Joe Gargery- que se casó con el
herrero.
La nuestra era una región pantanosa,
por la que el río serpenteaba durante veinte millas hasta el mar. Mi primera
más vívida y amplia impresión de la identidad de las cosas la obtuve en una
memorable cruda tarde. Al mismo tiempo que yo descubrí que ese destartalado
lugar cubierto de ortigas era el cementerio; y que Philip Pirrip, últimamente
de esta parroquia, y también su esposa Georgiana, estaba muerto y enterrado; y
que Alexander, Bartholomew, Abraham, Tobias, y Roger, hijos del sobredicho,
también estaban muertos y enterrados; y este oscuro llano paraje desértico
hasta más allá del cementerio, interceptado por diques, montículos y verjas con
ganado esparcido pastando en él, era el pantano; y aquella baja y plomiza línea
más allá era el rio; y aquella salvaje guarida de donde soplaba el viento, era
el mar; y ese pequeño manojo de temblores atemorizándose por todo y
completamente comenzando a llorar, era Pip.
“¡Calma tu ruido!” gritó una
terrible voz, de un hombre que estaba de pie entre las tumbas al costado del
pórtico de la iglesia. “¡Estate quieto, pequeño diablo, o te cortaré el
cuello!”
Un
espantoso hombre, áspero y gris, con un gran hierro en su pierna. Un hombre sin
sombrero, con zapatos rotos y con un viejo harapo atado alrededor de su cabeza.
Un hombre totalmente empapado, asfixiado en barro, herido por piedras
cortantes, pinchado por las ortigas y desgarrado por los zarzales; que cojeaba,
temblaba, miraba ferozmente y gruñía; y cuyos dientes castañeaban en su boca
mientras me cogía por la barbilla.
“¡Oh!
No me corte el cuello, señor” Le supliqué aterrorizado. “Le ruego que no lo
haga, señor.”
“¡Dime
tu nombre!” dijo el hombre. “¡Rápido!”
“Pip,
señor”
El
hombre, después de mirarme por un momento, me puso patas arriva y vació mis
bolsillos. No había nada en ellos salvo un trozo de pan. Cuando la iglesia
volvió a su posición –esto fue tan inesperado y brusco que estaba al revés y yo
veía el campanario debajo de mis pies- cuando la iglesia volvió a su posición,
digo, fui sentado en una lápida, temblando, mientras el comía el pan
vorazmente.
“¡Ahora
mira aquí!” dijo el hombre. “¿Dónde está tu madre?”
“¡Aquí,
señor!” dije.
El
se sobresaltó, hizo una corta carrera, se detuvo y miró sobre su hombro.
“¡Aquí,
señor!” Expliqué tímidamente. “También Georgiana. Esta es mi madre.”
“¡Oh!”
dijo, volviendo. “¿Y está tu padre al lado de tu madre?”
“Sí,
señor” dije; “él también; en esta parroquia.”
“¡Ja!” Murmuró entonces, pensando.
“¿Con
quién vives –dado que gentilmente has dejado pasar que no tengo buen aspecto?”
“Con
mi hermana, señor –la Sra. de Joe Gargery- esposa de Joe Gargery, el herrero,
señor”
“Herrero,
¿eh?” Y miró su pierna.
Después
de mirar severamente a su pierna y a mí varias veces, vino más cerca de mi
tumba, me cogió con ambos brazos, me inclinó hasta que pudo cogerme; entonces
sus ojos me miraron fuertemente con desprecio y yo me sentí indefenso ante él.
“Ahora
mira aquí,” dijo, “la cuestión es si tú quieres dejar de vivir. ¿Sabes qué es
una lima?”
“Sí,
señor.”
“¿Y
sabes qué son víveres?”
“Sí,
señor.”
Después
de cada pregunta el me inclinaba un poco más
como para darme una gran sensación de miedo y peligro.
“Tú
consígueme una lima.” Me inclinó de nuevo. “Y consígueme víveres.” Me inclinó
una vez más. “Tráeme ambas cosas”. Me inclinó de nuevo. “O te sacaré el corazón
y el hígado.” Me inclinó de nuevo.
“Tú
me consigues todo, y una vieja batería. Hazlo todo y no te atrevas a decir una
palabra o hacer algún signo de que has visto a nadie como yo o a nadie de
ninguna manera y vivirás. Tú fallas o no sigues mis palabras al pie de la letra,
no importa qué pequeño sea (el fallo) y tu corazón y tu hígado serán
desgarrados, asados y comidos. Ahora, no estoy tan solo como puedes pensar. Hay
un joven escondido conmigo, en comparación con el cual soy un ángel. Este joven
oye lo que digo. Este joven tiene una forma peculiar de conseguir un muchacho,
su corazón y su hígado.”
“Ahora,
¿qué dices?”
Yo
dije que quería traerle la lima, y le traería pedazos rotos de pie y le traería
una batería por la mañana temprano.
“¡Este
señor te matará si no lo haces!” Dijo el hombre.
Asentí,
y él me cogió de nuevo.
“¡Ahora”
prosiguió, “recuerda que te has comprometido, y recuerda al joven y vé a casa!”
“Buenas
noches, señor” Balbuceé.
Yo
miré por todo alrededor por el terrible joven y no pude ver señales de él. Pero
yo estaba asustado y corrí a casa sin detenerme.
Como este año es el aniversario de Dickens he querido hacerle mi particular homenaje con esta entrada
ResponderEliminarHola ,Juanjo te diré que una de las obras que más me gustan de este autor es: "Tiempos Difíciles"
ResponderEliminarEs una novela escrita en el siglo XVII (1854), época en la que priman las ideas realistas y en la que comienzan una serie de pinceladas en la novela histórica y de la época denominadas Victorianas, en honor a la reina Victoria de Inglaterra; Charles Dickens se considera uno de los promulgadores de este tipo de novela y Tiempos Difíciles muestra claramente el estilo tan marcado, descriptivo y realista de la sociedad inglesa de la época.
Merche , biblioteca