miércoles, 5 de febrero de 2014

SUGERENCIAS PARA EL CAMINO DE SANTIAGO

Un año más, habrá personas que están pensando en hacer El Camino de Santiago. Para aquellos que se dispongan a realizarlo por primera vez, me permito darles estas sugerencias fruto de mi experiencia personal.

¿Cómo prepararlo?

Ten en cuenta que la etapa media va a ser de unos 25 Km. (si un día tienes 20 el siguiente o el anterior será de 30) por lo tanto es conveniente que empieces a entrenar con suficiente antelación (te sugeriría un mes como mínimo). Si tienes algún recorrido por tu barrio o algún parque cuya longitud conoces puedes usarlo. Puedes empezar por unos 5 Km. para aumentarlo gradualmente, por ejemplo cada semana 3 ó 5 Km. más, hasta llegar a hacer los 20 Km. Ten en cuenta que hacer 20 Km. un día no es difícil. El problema es hacerlo varios días seguidos.
Sería bueno que el circuito que emplees tenga subidas y bajadas: etapas completamente llanas no hay prácticamente ninguna. Yo empleo la cinta del gimnasio en la que se pueden graduar tanto la velocidad como la inclinación. Uso entre el 6 y el 12 % de inclinación. Si te acostumbras a estas lo llevarás bastante bien.
Revisa tus pies antes de la salida. Especialmente las uñas, si las llevas mal pueden hacerte mucho daño.
No se te ocurra llevar calzado nuevo. Es necesario que las botas las hayas llevado entre 30 ó 40 Km. para que tengas los pies habituados a ellas. Es importante que transpiren bien para que no acabes con los pies cocidos. Las mejores marcas son Chirucas o Quechua. Usan un tejido llamado goretess que permite que los pies transpiren adecuadamente.
Procura llevar los calcetines bien secos. Si cuando comiences la etapa no se han terminado de secar los del día anterior puedes colgártelos de las correas de la mochila (con el movimiento del camino secan bastante rápido). Si hace falta, cámbiatelos a lo largo de la etapa las veces que sea necesario. No te arrepentirás.
Mira que no te hagan arrugas. Si llevan costuras póntelos del revés.
No te obsesiones con seguir el ritmo de otros. Fatiga tanto o más ir a menor ritmo de lo normal que ir más rápido. Camina al que te resulte cómodo a ti. Una forma eficaz de comprobar si llevas el ritmo adecuado es la prueba que llaman “Hablar y cantar”: si durante el transcurso normal de la etapa ves que tienes dificultad para hablar es porque te estás esforzando más de lo conveniente. Si, por el contrario, puedes cantar es que te estás esforzando poco.
Si al finalizar la etapa tienes los pies hinchados ponlos a remojo unos 15 ó 20 minutos: en un recipiente con agua tibia hecha sal y vinagre. Luego te das un masaje con alcohol de romero.
Si no tienes otra cosa, frotártelos con Trombocid después de la ducha también da muy buen resultado.
¿Llevarás coche de apoyo o tendrás que llevar mochila con todo el equipaje? Si llevas coche de apoyo será suficiente con una pequeña mochila para llevar el agua, algo de comer, el chubasquero y la ropa que te vayas quitando conforme caminas y entras en calor. Si has de llevar todo el equipaje unos días antes deberías empezar a caminar con algo de peso. Algunos de mis compañeros se ponen en la mochila una garrafa de agua de cinco litros. Yo, un mes antes comienzo en la cinta con la mochila: la primera semana le pongo 5 Kg. y cada semana voy subiendo el peso. Sobre éste ya te hablaré cuando llegue al apartado del equipaje.

Equipaje.

1.      Bastón.
Aquí interviene ya el gusto de cada uno.
Tienes de tres tipos:
  • El bordón típico.- Es el bastón de madera tradicional un poco más alto que la persona que lo lleva.
  • El bastón de madera.- De algo más de un metro de altura.
  • El bastón de aluminio extensible.- En estos dos casos puedes llevar un bastón o dos.
En el caso del bordón y los bastones de madera debes mirar que no sean muy frágiles ni muy pesados. Los bastones de madera y los de aluminio suelen llevar para engancharlos a la muñeca. Eso parece muy cómodo pero yo no te lo aconsejo: Si te caes, al llevarlos sujetos no puedes deshacerte de ellos y te romperías algún dedo (actuarían como una guillotina).
-          Los bastones tienen muchas utilidades: en las subidas como punto de apoyo y en las bajadas para prevenir resbalones.
En los charcos te permiten comprobar la profundidad para no meter el pie más de la cuenta.
En zonas de hierva y arbustos para ahuyentar culebras, lagartos y similares (en la etapa de San Juan de Ortega a Burgos me salió una víbora pero las mujeres se pusieron a berrear y salió huyendo).
Para defenderte de los perros, que a veces sale alguno.
También, en combinación con el chubasquero y algún arbusto adecuado, para improvisar un excusado donde poder hacer tus necesidades o cambiarte de ropa a resguardo de miradas ajenas.
La forma correcta de coger el bastón es que el codo forme ángulo recto. Si tu bastón no te lo permite cámbialo.

2.      Mochila.

Este capítulo es muy importante si tienes que llevar tú todo el equipaje. En este caso piensa que el peso máximo recomendable es el 10 % de tu peso.
Es importante que la mochila pueda abrocharse a la cintura para que el peso no recaiga sobre los hombros. Si lleva para sujetarse a la altura del pecho es conveniente que no esté prieto. Incluso en momentos de cansancio puede ser necesario desabrocharlo porque de lo contrario no te permitirá respirar bien.
La gente se pone a meter cosas, muchas de las cuales no va a usar, porque está acostumbrada a usarlas a diario. Luego, conforme van pasando las etapas y lo notas en la espalda, te empiezas a arrepentir y a buscar la forma de enviar peso a casa.
Puede ayudarte que la mochila no sea excesivamente grande, lo que te obligará a seleccionar lo que metes. Además también tienes que contar con el peso de la mochila. Yo me he juntado con algunos cuya mochila vacía pesaba dos kilos más que la mía.
Mi método fue poner la mochila a un lado y la báscula a otro y conforme la iba llenando la pesaba. Metí en total 5 kilos mochila incluida. No me junté con nadie que llevara tan poco peso como yo.
Así se dan vida algunos taxistas que se dedican a transportar mochilas de peregrinos. Cobran 7 € por etapa y hay mucha gente que los paga.
Yo llevaba: 3 camisetas
                    2 pantalones cortos
                    1 Sudadera o jersey grueso
                    1 chandal
                    1 pantalón y una camisa de vestir para por las tardes
                     Gel de baño
                     Utensilios de afeitar
                     Toalla (que se seque bien)
                     Chanclas para ducha y para por las tardes (te pueden servir las mismas).
                     Chubasquero tipo poncho que en caso necesario te cubre la mochila y plegado no ocupa apenas sitio
                     Navaja multiusos
                     Pequeña linterna
                     Sombrero o gorra
                     Saco de dormir. Si no vas en época de mucho frío los hay muy pequeños (el mío como un balón de rugby) y calientan bastante.
                     Papel higiénico: en los albergues suele acabarse.
Botiquín: Repelente para insectos
                 Tiritas
                 Betadine
                 Alcohol de romero
                 Parches Compeed
                 Tijeras pequeñas
                 Aspirinas
                 Aguja e hilo (para las ampollas: te la pinchas como si fueras a cosértela y dejas el hilo dentro. A la mañana siguiente tiras del hilo y con él sale toda la porquería).
                Esparadrapo: cuando la ampolla está debajo del pie te la rodeas con tiras de esparadrapo, una capa sobre otra, hasta que levante más el esparadrapo que la ampolla. De esa forma podrás pisar sin que tu peso recaiga sobre la ampolla.
   Repelente de insectos: abundan los chinches
Documentación: DNI
                  Cartilla de la Seguridad Social
                  Credencial del peregrino (Tiene descuentos en muchos sitios).

Dormir en los albergues:
Toma precauciones. No te separes del dinero, tarjetas de crédito, móviles, documentación, etc. ni para ducharte (a esas cosas les suelen salir pies). Yo para dormir me lo metía dentro del saco. Vale más dormir incómodo que despertarte con un disgusto.
No hace falta la esterilla porque ahora, incluso en los sitios que se habilitan para dormir en el suelo, es obligatorio que haya colchón por lo que ya sólo es útil si a lo largo del camino quieres descansar un poco y no quieres echarte directamente en el suelo.
Ahora ya no es necesario llevar utensilios de cocina. Los albergues que disponen de cocinas tienen de todo. Algunos incluso disponen de tienda para comprar en ellos lo necesario.

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